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Aves corredoras, características, locomoción y adaptaciones

Aves corredoras
Paradais Sphynx/CC BY 2.0

Las aves corredoras son un grupo de aves que representan apenas el 1% de todas las especies de aves existentes. La característica más importante que comparten estas aves es su incapacidad de volar como lo hacen la gran mayoría de las especies de aves que existen en la tierra. Debido a esto, se desplazan corriendo o caminando, haciendo uso de sus fuertes patas, las cuales están plenamente adaptadas para esta función.

Muchas de estas aves evolucionaron en lugares donde tenían poca competencia, acceso a pocos recursos y ausencia de depredadores, lo que supuso para la habilidad de volar una inversión de energía innecesaria, principalmente debido a que el nicho terrestre estaba prácticamente desocupado.

Las aves corredoras están presentes en prácticamente todas las tierras continentales del sur, incluso existieron varias especies insulares que se extinguieron tras la llegada del hombre a esos territorios, pues al ser aves de gran tamaño y de fácil captura, constituían una buena fuente de alimento.

Las aves corredoras son un grupo variado, pues bajo este nombre común se incluyen aves de diferentes órdenes taxonómicos. También se tiende a incluir en este grupo otras aves no voladoras, como las aves de corral, que perdieron su capacidad de vuelo producto de la selección para su domesticación y cría, y aves acuáticas como los pingüinos que tampoco son capaces de volar, pero nadan muy bien en los ecosistemas acuáticos que ocupan.

A pesar de lo anterior, es común, cuando se habla de las aves corredoras, pensar en los avestruces, casuarios, emúes y ñandúes para referirse a esta agrupación de aves, ya que son las especies que mejor se desplazan con sus patas, a diferencia de otras aves como los pingüinos, que son torpes cuando se desplazan. Todas estas grandes aves, se agrupan en el superorden Palaeognathae, el cual representa un grupo monofilético. Dentro de este superorden, las llamadas aves ratites conforman un grupo parafilético.

Evolución de este grupo de aves

Todas las aves corredoras son descendientes de un ancestro volador, contrario a lo que se pensaba originalmente sobre que estas aves descendían directamente de una línea de aves separada, que nunca adquirió la capacidad de vuelo.

Recientemente, algunas investigaciones moleculares han propuesto que el grupo de aves ratites, está conformado por aves que provienen de varios descendientes voladores, por lo que la pérdida de la capacidad de vuelo ocurrió al menos tres veces en la historia evolutiva de estas aves. Estos resultados refutan la idea de que la distribución actual de las aves corredoras era una consecuencia de la deriva continental y procesos de vicarianza.

Actualmente, se acepta que diferentes presiones ambientales provocaron gradualmente la incapacidad de vuelo y su adaptación completa al medio terrestre. Esta característica ha aparecido independientemente en varios grupos de aves, lo cual se ha evidenciado en el registro fósil en todas las regiones del mundo. Entre algunas aves que perdieron la capacidad de volar también se encuentran palomas, chochines, búhos, grullas y patos, a menudo presentes en islas y la mayoría extintos.

Características y adaptaciones

Las aves corredoras, también son conocidas como ratites, tienen un conjunto de características comunes entre sí. Generalmente son aves de gran tamaño, incluyendo a las aves que actualmente son las más grandes y pesadas del mundo y varias especies insulares, aún más grandes, que se extinguieron recientemente. Se incluyen, dos órdenes con representantes vivos, el orden Struthioniformes y el orden Casuariiformes. También se suele incluir en este grupo de aves, casi 50 especies del orden Tinamiformes, que aunque tienen capacidad de vuelo, suelen comportarse como aves corredoras.

Debido a que estas aves no utilizan sus alas para volar, existe una notable reducción de la extensión alar, producto de la disminución de las piezas óseas, además, muchos huesos de las mismas se han fusionado. Otras aves, han perdido por completo la estructura alar como por ejemplo el kiwi, también los extintos Moas en Nueva Zelanda (familias Apterygidae y Aepyornithidae respectivamente), en los cuales solo quedan relictos, mientras que aquellas especies que usan sus alas para el cortejo, tienden a poseer muchas estructuras a pesar de su inutilidad para volar.

En aves que alcanzan gran velocidad cuando corren, las alas ayudan a mantener el equilibrio y, además, funcionan como un mecanismo de frenado o timón. Para correr, es común la presencia de largas y poderosas patas, que pueden estar provistas de garras muy afiladas y peligrosas para los depredadores como las que están presentes en los avestruces y casuarios.

También se caracterizan por poseer un esternón plano, con ausencia de una quilla o carena, y músculos de vuelo ausentes o mal desarrollados (músculos pectorales de vuelo). Al ser aves de gran tamaño no voladoras, sus huesos son más densos y resistentes, ya que no necesitan aligerar carga como las aves voladoras.

Otra característica de este grupo de aves es la presencia de una musculatura bien desarrollada en las patas. Estos músculos son eficientes para aumentar la velocidad de movimiento de las extremidades. La mayor parte de los músculos se encuentra en la porción basal de las extremidades, lo que lleva la fuerza aplicada por estos músculos, a la porción distal más delgada y ligera.

Otras adaptaciones que tienen estas aves cursoriales, es que presentan una reducción en el número de dígitos de las patas, lo cual las hace efectivamente más rápidas, con la presencia de tan solo dos dígitos en las patas de los avestruces y tres dedos en el resto de las ratites. Adicionalmente, las aves incluidas en este grupo, presentan un cuello alargado y delgado, que es muy útil para observar a los depredadores a la distancia y recoger alimentos del suelo.

Las plumas de estas aves carecen de bárbulas, por lo cual, poseen un aspecto esponjoso. En los kiwis las plumas son alargadas dando una apariencia similar a la del pelo.

Modo de locomoción

Todas las aves corredoras utilizan mecanismos básicos similares para moverse en el suelo. Sin embargo, algunos autores han encontrado que mientras más grande es el ave, más lento es su paso cuando caminan normalmente. Dentro de este grupo se incluyen varias especies que ocupan hábitats diversos, por lo que existe siempre una relación entre la geometría de su cuerpo y la forma de moverse, de acuerdo a los hábitats que ocupan.

Los avestruces, por ejemplo, mantienen su centro de masa cerca de las caderas, cuando se desplazan rápidamente, mientras que los kiwis tienen su centro de masa desplazado por delante de sus caderas. Los avestruces tienen su fémur ubicado de manera más recta con respecto al de otras aves corredoras, por lo que la extremidad se mantiene en un sistema de cadena articulada extendida, lo cual es muy útil en ambientes abiertos. Por otro lado, el kiwi tiene una posición más adelantada del fémur, por lo que la extremidad se mantiene en un sistema de cadena unida flexionada, que resulta más eficiente en ambientes de bosque denso. Además, estas aves muestran diferencias en el grado de flexión de las articulaciones de las patas. Gran parte del desplazamiento de los kiwis está mediado por las articulaciones de las falanges de los dedos, mientras que en aves más grandes toma mayor importancia, el grado de empuje propinado por la articulación de las rodillas.

Las aves ratites, diferentes al kiwi, maximizan el movimiento impulsado por la gravedad, al tener el centro de masa más cercano a las caderas.

Ejemplos de aves corredoras

Los ejemplos los dividimos en dos grupos, las actualmente vivientes y las extintas.

Especies de aves corredoras vivientes

Avestruz africana

El avestruz africano (Struthio camelus) es el ave corredora viviente más grande y pesada, llegando alcanzar los tres metros de altura y 180 kilogramos de peso, en los ejemplares más grandes. Pertenece a la familia Struthinidae, habita en el continente africano y ocupa una gran variedad de hábitats, que incluye ambientes de sabana y ambientes xerofíticos y desérticos.

Los avestruces son las aves que corren más rápido en el mundo, alcanzando velocidades de más de 70 km por hora en carreras cortas. También mantienen velocidades sostenidas de hasta 50 km/h, en carreras de hasta 30 minutos. Se cree que los dedos de los avestruces, los cuales poseen el interior grueso y fuerte, son una adaptación adicional para correr. Sus patas además de ser efectivas para correr y trasladarse a grandes distancias, son una formidable defensa contra los depredadores, puesto que pueden eliminar fácilmente un león con una fuerte patada. Sus alas no son funcionales para el vuelo, pero son utilizadas para el cortejo durante la reproducción, para aparentar ser más grandes frente a los depredadores y para mantener el equilibrio durante rápidos giros que dan cuando son perseguidas por algún depredador.

Los avestruces también son criados en cautiverio para el aprovechamiento de plumaje, su carne y sus huevos. Son aves herbívoras, aunque también pueden alimentarse de pequeños invertebrados y otros animales pequeños de fácil captura.

Casuarios

Los casuarios son las segundas aves corredoras más pesadas y una de las de mayor altura. Pertenecen a la familia Casuariidae y solo se encuentran en Australia y algunas islas cercanas como Nueva Guinea. A diferencia de los avestruces, estas aves viven en ambientes selváticos lluviosos y son consideradas aves peligrosas, debido a que son muy agresivas. Su plumaje es típicamente negro y sus plumas son filamentosas. El cuello tiene una coloración azul, con la región frontal roja y su cabeza está provista de una cresta ósea o casco. La mayoría del tiempo son aves solitarias, excepto en la época reproductiva, cuando los machos compiten por el derecho de apareamiento. Pueden alcanzar 1,9 metros de altura y pesar cerca de 85 kg. En esta especie las hembras suelen ser más grandes que los machos.

Los casuarios pueden alcanzar sorprendentemente en carreras cortas hasta 50 km/h, además, pueden saltar a una altura de 1,5 metros desde una posición de pie. Los casuarios son importantes dispersores de semillas y frutos en las selvas que ocupan. A pesar de ser mayoritariamente herbívora, este ave también consume otros recursos como insectos y pequeños vertebrados. Las garras afiladas y fuertes que posee en sus tres dedos, son una importante defensa contra los depredadores, incluso se han reportado encuentros fatales con humanos y perros.

Dromaius novaehollandiae

Son aves corredoras de la familia Dromaiidae. Dromaius novaehollandiae es considerada la tercera ave más pesada después del avestruz y el casuario y la segunda más alta, llegando a medir 2 metros de altura y pesar cerca de 50 kilogramos. Son aves endémicas de Australia. Recorren grandes distancias en la búsqueda de alimento, que consiste principalmente en vegetación y pequeños insectos.

Los emúes cubren grandes distancias corriendo a unos 7 km/h, sin embargo, cuando huyen de algún peligro pueden registrar una velocidad de hasta 48 km/h.

Otras aves corredoras vivientes son los ñandúes sudamericanos, Rhea americana y Rhea pennata y los kiwis (género Apteryx) en Nueva Zelanda.

Aves corredoras extintas

Dentro de las aves corredoras extintas podemos mencionar un gran grupo de aves presentes en Nueva Zelanda conocidos como Moas (familia Dinornithidae) y las aves elefantes de Madagascar (Familia Aepyornithidae), dentro de las cuales se encontraban las aves más grandes que han pisado la tierra. También vale la pena mencionar a las aves carnívoras más voraces que existieron en la tierra, denominadas aves del terror en Sudamérica. Estas aves se incluyen dentro del orden Cariamiformes y la familia Phorusrhacidae.

Referencias

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  • Cho, P., Brown, R., & Anderson, M. (1984).
  • Harshman, J., Braun, E. L., Braun, M. J., Huddleston, C. J., Bowie, R. C., Chojnowski, J. L., … & Yuri, T. (2008).
  • Hickman, C. P, Roberts, L. S., Keen, S. L., Larson, A., I´Anson, H. & Eisenhour, D. J. (2008).
  • Maderspacher, F. (2017).

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